Se mantuvo la tendencia: Los Juegos 7 con éxitos para los locales

Boca mantuvo la tendencia en la definiciones que terminan en un séptimo encuentro. En todas las series, siempre hubo victoria del local para quedarse con el título de Liga Nacional. Un repaso de la historia de sus finales donde siempre el anfitrión terminó celebrando.

Cinco son hasta el momento (sumado a la última de la 24-25) las series finales que terminaron en un séptimo y definitivo cruce. La victoria de Boca mantuvo la tendencia a nivel histórico: Los ganadores siempre fueron los locales, y por ende, quienes se terminaron consagrando en la cada definición. Lo repasamos.

Todo inició en la 95-96 con un gran duelo entre Olimpia de Venado Tuerto y Atenas de Córdoba. Dicha serie encontró a los dos mejores de la temporada, y en una definición donde las localías mandaron en su plenitud.

Olimpia arrancó 2-0, Atenas igualó de local, luego el venadense ganó 107 - 93 para quedar match point, el griego empató en casa y todo se definió en Venado Tuerto. Allí, el elenco de Horacio Seguí ganó 105 - 100 con Racca y Uranga más los jóvenes Montecchia y Victoriano.

En la temporada 98-99 se repitió uno de los protagonistas y ahora a la inversa. Atenas, el elenco más dominante de la fase regular en sus dos etapas, llegó a la definición con la ventaja de campo en Córdoba. Se encontró con el sorprendente Independiente de General Pico, quien fue sexto en la regular (eliminó a Gimnasia y Obras) para llegar a la final.

En dicha final, hubo mayor tensión porque Independiente arrancó ganando en Córdoba y robando la ventaja. Atenas ganó tres seguidos (incluido los dos en La Pampa) pero perdió en perdió de local. En el séptimo en Córdoba, Atenas no dudó y celebró 70 - 58 para consagrarse.

En la siguiente temporada, la 1999-00, se repitió la situación. Dos elencos que fueron superiores al resto y se enfrentaron en la final. Estudiantes de Olavarría y Atenas de Córdoba, con el mismo récord en fase regular. Dicha serie tuvo todos triunfos locales.

El elenco de Sergio Hernández comenzó ganando ambos en casa, sobre todo el segundo 82 - 66 para marcar tendencia. Atenas respondió muy bien en éxitos de defensa y con su ofensiva calibrada. En Olavarría, ganó Estudiantes 81 - 76, Atenas se repuso en Córdoba y llegó el definitivo. Allí el cementero ganó 80 - 71 para consagrarse.

Recién hay que ir a la temporada 18-19 para reencontrarnos con un Juego 7 en una final. San Lorenzo, el gran favorito, chocó justamente ante un Instituto que le dio una batalla inmejorable, tras el dominio abismal del azulgrana en la etapa regular.

El primer partido ya fue una batalla. San Lorenzo ganó 71 - 69 agónicamente y estiró a 2-0 para ir a Córdoba. La gloria empató en dos grandes producciones, y después llegaron dos amplios resultados (uno por lado) para definir en el séptimo compromiso. Luego de un comienzo increíble de Instituto (28 - 17), San Lorenzo lo dio vuelta, se recuperó en el tercer cuarto y ganó 79 - 71 finalmente.

Y para terminar (al menos por el momento), nos vamos a la reciente temporada 24-25. Boca e Instituto cara a cara, dentro de un nivel enormemente parejo y mucha tensión en cada uno de sus encuentros tras haber sido el uno y dos de la regular.

¿Qué decir de unas mejores finales de la historia? Instituto arrancó robando la localía, Boca empató y recuperó la ventaja, y hasta tuvo un match point tras el polémico 3-2 concretado de local. Instituto dejó el alma para igualar en Córdoba y el Juego 7 fue impactante. Boca tuvo diferentes ventajas, Instituto igualó, tuvo chances en el cierre, pero el xeneize lo ganó 78 - 77 en una serie de película total.

¡La tendencia se mantuvo! Y todos los locales felices cuando la definición llega a un séptimo partido....

José Fiebig

@Josefiebig