Por el camino de siempre

La temporada 2015/2016 promete ser inolvidable, como tantas otras temporadas lo fueron. De todos modos la alegría es efímera porque en definitiva siempre gana el olvido. Ni los libros de la buena memoria nos recuerdan que en esta competencia hubo temporadas que juntaron el fin de la generación inicial de la liga con el nacimiento de la Generación Dorada. Y eso pasó pero ya casi no quedan espejos que reflejen esas imágenes.

Todo ha pasado en la Liga, hemos jugado con tres extranjeros, dos o uno. Fueron categorizados los jugadores, hubo tope salarial y hubo mercado libre, jugamos 48 minutos con 4 cuartos de 12 y jugamos dos tiempos de 20 en el inicio. Jugamos en el Luna Park y en gimnasios que dan lástima por su estructura y miedo los baños. Y todo eso pasó.

De jugar viernes y domingo ahora jugamos cualquier día. De no tener más que un partido por semana televisado por TyC Sports ahora hay dos por la misma pantalla, uno por DirecTV y todos por Internet. De 16 pasamos a 20 equipos, siempre con dos árbitros. Ahora los Cuerpo Técnicos tienen dos asistentes y viaja hasta el kinesiólogo. La liga sigue siendo un bien patrimonial de pocos. Muy pocos. Pero los que descubren este mundo se abrazan a él y ya no lo sueltan más. La Liga Nacional es el mejor mundo de todos.

La Liga continúa y esto indica que no veremos una competencia distinta, quizás un poco mejor (y no lo sabemos) pero no distinta.

Les voy a contar una historia que viene al caso. Es la teoría del "Eterno retorno", donde los acontecimientos se repiten en el mismo orden, tal cual ocurrieron, sin ninguna posibilidad de variación. En su obra "La gaya ciencia" Friedrich Nietzsche plantea que no sólo son los acontecimientos los que se repiten, sino también los pensamientos, sentimientos e ideas, vez tras vez, en una repetición infinita e incansable.

En 40 años puedo contar como infinito la frase que escucho todos los diciembre: "Por fin se va este año de mierda". Cómo si el año tuviera algo que ver con las malas decisiones que tomamos. Lo curioso es que al diciembre próximo se vuelve a pronunciar la misma frase. Todo vuelve a ocurrir de nuevo.

Esta Liga Nacional sucede como una continuidad de todas las que fueron. ¿Qué cambia? ¿Qué hay descenso? ¿Cuál es la herramienta práctica para mensurar que sin descenso es mejor o peor?. No existe eso. No existen los hechos, solo las interpretaciones. En este punto muchos deberían reflexionar todo lo que dijeron estos últimos dos años, aunque ya sabemos que el Olvido se lo llevará todo.

Ya hemos marcado en la nota de opinión "La Batalla perdida" las miserias que vivió la competencia este invierno, pero el despertar de esta primavera trae algunas buenas noticias. Volvieron jugadores a la competencia para enriquecerla: Walter Herrmann, Marcos Mata, Fede Van Lacke, Maxi Stanic, Nico Gianella, Juan Pablo Figueroa. Y descubriremos con atención y placer a Pablo Bertone y Bernando Musso. Ocho jugadores nacionales de alto nivel es todo un lujo para la competencia. Y además regresaron extranjeros de alto nivel como Marcus Melvin, Larry O´Bannon, Jimmy Baxter. Y de todos los grandes nacionales y extranjeros del año pasado no se fue nadie. Además se recuperaron cuatro entrenadores de jerarquía internacional: Sergio Hernández, Fernando Duró, Adrián Capelli y Guillermo Narvarte. ¿Algo más?. Si, se adecuó el fixture para que la carga de partidos no sea un lastre para los equipos y haya no más de tres partidos seguidos y nunca 10 días sin jugar.

La Liga este año moviliza 250 millones de pesos entre los 20 equipos solo de "A" (26 millones 500 mil dólares en valor oficial). Y algunas brechas parecen agrandarse. Los equipos con poder económico cuadruplican a los de menos presupuesto. Y todo hace indicar que el camino del futuro invariablemente conduce a agigantar esa brecha.

En los primeros años de esta liga los equipos se consagraban campeones jugando un total de 36-39 partidos. Todos tenían cerca de 30 juegos en la temporada. Hoy solo de fase regular juegan 56 partidos. Luego vendrán los Play Offs, pero encontramos allí otra buena noticia: los equipos que terminen en el puesto 7-8-9 de cada zona se pierden los play offs y terminan su participación. El arrastre de puntos de una fase a la otra es completo. Cada partido vale, igual que la temporada pasada.

¿Por qué sucede todo esto? ¿Por qué vuelven jugadores y técnicos? Respuesta: porque hay dinero ¿Por qué otra cosa va a ser?. Y porque la Liga Nacional es una marca registrada de calidad desde hace muchísimos años. Un árbol cuyo frutos vimos recientemente cómo nos clasificaron a un Juego Olímpico, pero amparados en raíces de 30 años que nos dieron la sustentabilidad necesaria. En esencia no ha cambiado nada, los clubes invirtieron este año nuevamente en jugadores.

Mientras tanto el trabajo del Departamento de Marketing de la Liga lucha para cambiar algunos paradigmas mientras le mete solo maquillaje a algunas áreas. Es difícil cambiar a los pasionales de la Liga y su fábrica de preconceptos.

Disfrutaremos los juegos Online de todos los partidos, el nuevo sistema de estadísticas online de Fiba Live Stats que compró la AdC, tendremos canchas con Internet a través de un convenio general con Fibertel. Pocos clubes se han ocupados de mejorar sus show generales y de entretiempos y menos aún sus áreas de prensa y marketing. Algunos clubes han logrado ubicar sus bancos de suplentes enfrente de la línea de cámaras (como debe ser) situación que suma al hecho televisivo. Ahí vamos, como cada año, lo mismo pero diferente.

Pablo Tosal
@pablotosal