Aprender de los errores

Las redes Sociales son hoy algo casi indispensable para todos nosotros. Algunos lo usan para el trabajo, otros para socializar, otros para opinar, otros para debatir o lo que fuere. Se deja en 140 caracteres (si es Twitter) nuestros pensamientos, algunos más críticos que otros. Lo mismo en Facebook, que si bien es más personal, también se termina sabiendo que piensa cada uno sobre lo que escribe. Peor aún para los deportistas, que cada cosa que opinan es llevada al papel por el resto de las personas. Sucedió una nueva situación que desembocó justamente en una sanción para los dos jugadores de Bahia Basket.

Hay varios puntos para analizar. Hoy el twitter es mucho mas general y global, y todos tenemos acceso a leer y encima responder directamente. Por lo tanto, todo lo que se lee se tomará como tal, y puede criticarse, avalarse o agarrarlo para arrancar un debate interminable. Cuando se critica o en todo se dice algo que puede generar controversia, se tiene que estar preparado para sus respectivas respuestas. Mucho más si quien lo dice es conocido dentro del medio sea cual sea su profesión.

Esto sucedió con los jugadores de Bahía Basket en estos días. Facundo Corvalan y Fermin Thygesen fueron en este caso los protagonistas. Un mal uso de las redes sociales, comentando algo que no correspondía. Dicha situación se viralizó y cayó mal por el mal momento que atraviesa la ciudad de Comodoro, aunque hubo un pedido de disculpas del juninense por el mismo medio. Siempre reconocer rápidamente el error es el primer paso ante todo. Si bien las disculpas se llevaron a cabo, Bahía Basket tomó una decisión respecto a lo ocurrido. Sancionar a los dos bases por "mal uso de las redes sociales" dejando fuera a ambos del encuentro de esta noche ante Gimnasia CR.

Una sanción ejemplar. Ambos son chicos, se encuentran dentro de un mundo amplio y eso tienen que comprender. No solo es jugar al basquet, sino saber donde se encuentran y acatar las reglas dentro y fuera de la cancha. Sumamente importante es la presencia del club en todo momento ante eso. No solo ver si juegan bien o mal, sino hacerlos crecer como personas. Estar pendientes de diferentes situaciones para que no vuelvan a pasar. En efecto, y cumpliendo con su propio código interno, Bahía Basket tomó tal decisión.

¿Hay antecedentes de esta situación? Claro que sí. Ocurrió con otros jugadores que por un manejo crudo de las redes sociales tuvieron sus consecuencias. Hay que saber lo que se dice, y a veces no se toma conciencia de esos dichos, y las consecuencias que llevará cada palabra en twitter, facebook o cualquier otra red social. Y algo más importante, que esos errores no se repitan. Que se comprenda la magnitud, se pidan disculpas como pasó como en este caso, y el club esté como padre para castigarlo y hacerlo crecer. Fue Bahía Basket como pudo (y debe) ser otro club. Ya pasó, y es importante que se tomen estos ejemplos para todos. Todos somos presos de nuestras palabras, y las Redes nos dan y nos quitan. Para estos chicos mañana será otro día y con otro aprendizaje a cuestas, esa tiene que ser la moraleja. Aprender de los errores... La consigna para todos los nosotros...

José Fiebig

@Josefiebig